Yo tengo 20 años, y mi afición por los trenes viene desde que me fuí a vivir a 100 metros de las vías que van desde el Pinar de las Rozas a Villalba en Madrid, en el barrio renfe de Las Matas.
Las tardes jugando con 10 años en la explanada de vías de la sede de Talgo de Las Matas, jugando en los Talgos abandonados para desguazar de las primeras series, en los vagones mercancias o en un vagón militar es algo que nunca olvidaré.